Trucos para eliminar la flatulencia.
Entre los consejos más habituales para eliminar o al menos reducir la flatulencia producida por las legumbres, los principales son el ponerlas en remojo durante al menos ocho horas, añadir hierbas como tomillo, romero, anís o hinojo a judías y lentejas y el popular "asustar a las lentejas" que consiste en romper el hervor a mitad de la cocción retirando la cazuela del fuego durante unos minutos o bien añadiendo algo de agua fría. Este método elimina la mayoría de los oligosacáridos no digeribles por el estómago. Solución más extrema es una vez hervidas, eliminar las pieles mediente un pasapurés. El problema se debe a los oligosacáridos no digeribles, en concreto la rafinosa y la estaquiosa. Estos oligosacáridos no digeribles son resistentes al ácido gástrico y a la acción de las enzimas digestivas, y por tanto entran intactos en el intestino grueso y son fermentados por las bacterias que residen en él. Como consecuencia de esta fermentación se forma gas, hecho que explica los problemas de meteorismo y flatulencia que aparecen tras la ingesta de legumbres.
También una infusión de hierbas carminativas al acabar la comida (se llaman así a las que ayudan a eliminar los gases) como anís estrellado, manzanilla, salvia, tomillo, menta, poleo, hinojo, hierba luisa, orégano, azafrán, canela, clavo, comino y semillas de apio alivian los síntomas de flatulencia.
Finalmente también ayuda comer pausadamente, disfrutando de la comida y evitando tragar una cantidad excesiva de aire que habrá de salir tarde o temprano por uno u otro lado.
Si todo esto no es suficiente y alguien tiene un problema considerable con sus ventosidades, una sencilla búsqueda en internet permitirá descubrir que existe ropa interior con unos filtros de carbón activo reemplazable que absorben el mal olor. Hay que ver lo que llegan a inventar. Frente al ruido, eso sí, no hay nada que hacer. Subir
Las legumbres y el ciclo del nitrógeno.
Los procesos principales que componen el ciclo del nitrógeno que pasa por la biosfera, la atmósfera y la geosfera son cinco: la fijación del nitrógeno, la toma de nitrógeno (crecimiento de organismos), la mineralización del nitrógeno (desintegración), la nitrificación y la desnitrificación. Los microorganismos, particularmente las bacterias, juegan un importante papel en todas las principales transformaciones del nitrógeno.
Donde las legumbres juegan su papel es en el proceso de fijación de nitrógeno atmosférico. La fijación del nitrógeno es un proceso en el cual el N2 se convierte en amonio (NH4+). Éste es esencial porque es la única manera en la que los organismos pueden obtener nitrógeno directamente de la atmósfera. Algunas bacterias, por ejemplo las del género Rhizobium, son los únicos organismos que fijan el nitrógeno a través de procesos metabólicos. Esta simbiosis ocurre de manera bien conocida, en la familia de las legumbres. En esta relación, la bacteria que fija el nitrógeno habita los nódulos de las raíces de las legumbres y reciben carbohidratos y un ambiente favorable de su planta anfitriona a cambio de parte del nitrógeno que ellas fijan. Como método para abonar un suelo pobre en nitrógeno pueden plantarse legumbres de crecimiento rápido, que puede que se cosechen o no y que finalmente acaben roturadas también aportando algo de materia orgánica al suelo. Subir
La soja transgénica.
Un cultivo de éxito muy extendido sobre todo en América, producto de las grandes empresas productoras de semilla como Monsanto que también producen los fertilizantes y herbicidas necesarios para cultivarlos (El no tan inocuo glifosato básicamente) y dado que las semillas están patentas, cobran incluso por utilizar parte de la producción para resiembra. Como puede imaginarse es un gran negocio de dimensiones mundiales. No es la soja la panacea que ha de resolver los problemas alimentarios a nivel mundial, ya que tiene las ventajas y las carencias de todas las legumbres, aportando proteínas pero careciendo de algunos aminoácidos esenciales que pueden encontrarse en los cereales. Es un buen alimento en tanto se combine con otros y la llamada leche de soja no es un sustito de la leche tradicional. Está la polémica en torno a los alimentos modificados genéticamente, con dudas de si son o no completamente seguros o sobre como su cultivo afecta al medio ambiente eliminando algunas plagas pero creando resistencias y favoreciendo la aparición de otras que antes tenían una importancia residual. Hoy en día las barreras para la generalización de cultivos modificados genéticamente son la investigación, la conciencia social que puede rechazar o no estos productos frente a otros más naturales y finalmente la legislación que provoca al mismo tiempo barreras comerciales entre los distintos mercados. Las ventaja de la soja modificada es que es más resistente a herbicidas de amplio espectro como el glifosato y que se descomponen más rápidamente en el suelo. También facilita métodos de cultivos menos agresivos como la siembra directa. La modificación realizada ha sido introducir en la planta material genético de origen bacteriano. En Europa, donde el rechazo a este tipo de alimentos es mayor, la soja modificada no se cultiva pero entran cantidades de soja modificada destinada a alimentación humana y animal escondida bajo la denominación aceites/grasas vegetales, emulgentes (lecitina-E322), mono y diglicéridos de ácidos grasos (E471). Subir